¿Cómo nos afectan las creencias?

¿Qué son las creencias?

Las creencias son ideas consideradas como ciertas que se refuerzan con la materialización de las mismas. Es decir, si creemos que todas las personas son malas, vamos a encontrar por todas partes personas malas, negativas o que nos quieren hacer daño.

Esto es debido a que nuestros pensamientos son muy poderosos y si no aprendemos a identificarlos y a conocer más nuestra mente podemos caer en depresión o ansiedad y los resultados en nuestras vidas siempre serán negativos.

Las creencias y la infancia

Las creencias, generalmente, son aprendidas en la infancia, hasta la edad de 7 años nos encontramos en un estado en donde nuestra mente es una esponja y absorbe toda la información percibida por los padres, familiares, amigos y entorno. En la edad adulta, es bastante común empezar a ver la vida según las creencias aprendidas en nuestra niñez. Es ahí que se encuentra la raíz en donde se empiezan a formar nuestras creencias y no te preocupes, las creencias negativas pueden ser detectadas y transformadas. Cuando nos damos cuenta de que estamos actuando basándonos en nuestras creencias y los resultados están siendo obstáculos para nosotros, podemos hacernos la siguiente pregunta:

¿De dónde viene mi creencia?

¿Esta creencia es mía o la aprendí de alguien más?

¿Esta creencia es positiva o negativa?

¿Me ayuda a obtener los resultados que quiero alcanzar?

Si las respuestas detectan que las creencias que tenemos no nos dejan avanzar porque son negativas, podemos cambiarlas a creencias potenciadas positivas. En este caso la pregunta es:

¿En qué quiero creer ahora?

¿Cómo puedo generar nuevas creencias?

Te aconsejo repetir las creencias mentalmente, escríbelas en tu agenda, escúchalas en audios las veces necesarias para que se generen nuevos caminos neuronales y tu mente se potencie de creencias positivas. Es un trabajo que requiere de tiempo, empeño y motivación. Estoy segura de que si estás aquí es porque quieres lograr ese cambio.

El hecho de tener un pasado y de haber tenido una infancia poco amorosa y poco favorable no determina nuestro futuro, ni presente. Si nos encontramos en el camino del auto conocimiento y del desarrollo personal, podemos empezar a reconocer cuáles son nuestras debilidades y transformarlas en oportunidades de mejora. Los invito a realizar el ejercicio, con las preguntas poderosas, para encontrar la raíz de sus creencias. El cambio está en ti. Considéralo y créalo.

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