La guardiana de los sueños
¿Realmente el tiempo se puede perder? ¿Existen los errores? ¿Quién inventó todos estos conceptos?
Nuestra seguridad se puede transformar en nuestra peor enemiga, nuestro culpar se puede transformar en un veneno y nuestro aparentar en la destrucción de nuestra esencia.
¿Pero, que hay más allá?
Más allá de la piel, más allá de lo que se ve. ¿Qué podemos percibir realmente? Nuestros huesos, nuestra historia y nuestra familia.
Hoy viajaba en moto con mi pareja, amo viajar en moto, me gusta sentir la fuerza del viento, sentir como limpia todas mis impurezas.
Durante los viajes en moto suelo pensar en muchas cosas, a veces los pensamientos se revuelven en mi cabeza y los puedo observar.
A veces escribo en mi mente, es mi hoja y los pensamientos, mi pluma y mis palabras.
Hoy escribí palabras que recordaban el carisma y la alegría de un ser muy amado, mi abuela.
Mi abuela siempre fue una mujer muy carismática, risueña y alegre. Ella siempre animó a que las personas que llegaban a confiarle sus sueños, pudiesen cumplirlos. Es una guardiana de sueños, tiene el poder de hacer que las personas puedan conectar sus sueños con sus acciones.
¿Qué sucede con las personas cuando no pueden realizar sus sueños?
A veces pueden perseguir y alcanzar nuevos sueños, otras veces pueden escribir historias, poemas o novelas acerca de esos personajes ficticios que si pudieron cumplirlos.
Tal vez estas personas se convierten en guardianes de sueños, como mi abuela.
Mi abuela es artista, ama cantar. Canta desde que es muy joven, bueno, cantaba, con la llegada del covid dejó de participar en el coro de su iglesia. Es hija de una familia muy numerosa, la mayoría de sus hermanos son de género masculino. Su padre tocaba la guitarra, él anhelaba que uno de sus hijos también pudiese tocar el instrumento. Ninguno de sus hijos de género masculino mostró una señal de interés hacia las cuerdas. Mi abuela Graciela fue la única que se interesó en el instrumento, de hecho lo amaba. Así que empezó a tocarla, la tocaba y cantaba. Era muy buena, algunas personas de su pueblo que la habían escuchado reconocían su talento y amor hacia el instrumento.
Su padre no estaba de acuerdo, decía que una mujer no podía tocar o cantar, porque eso estaba mal, no era bien visto. Entonces mi abuela empezó a tocar y a cantar a escondidas de su padre.
Un día una emisora de Radio la contactó para poderla transmitir, era una radio en una ciudad muy grande, mucho más grande que el pueblo en dónde ella se había criado. Su padre no le concedió el permiso y ella nunca pudo ir. Pasaron los años y ella se enamoró, tuvo hijos, se casó, construyó su casa y su familia.
Ella siguió cantando en casa, en el coro de su iglesia, algunas veces cuando iba a visitarla tenía la suerte de escucharla.
A veces, cuando las personas no pueden alcanzar un sueño, se convierten en guardianes de sueños, se liberan de cualquier emoción o recuerdo negativo y se enfocan en los demás, te ayudan a que puedas lograr tus metas y tus sueños. Son seres que aman dar, porque lo han entendido todo acerca de la vida.
Los espacios de reflexión son maravillosos, pueden surgir ideas y se crean historias bellísimas. La de mi abuela me inspira a seguir trabajando en mis sueños sin nunca descuidar el poder que tengo para aportar una semilla en los sueños de los demás.
Ahora, con el Coaching de Vida, ayudo a amigos, excompañeros de la universidad, clientes, familiares a que también puedan reconocer su gran potencial, creyendo más en ellos mismos e intentando perseguir sus sueños.